La Alhambra: La revelación.

 

La Alhambra, la revelación

¡A 50 años, si no has visitado la Alhambra, has malogrado tu vida !

 

 

 

 

Gracias al viaje a Andalucía, vivimos una experiencia fantástica descubriendo una nueva región, la cuna de la civilización arabo-musulmana. Un viaje que nos condujo a Sevilla, Córdoba y por supuesto, Granada. Si insistimos en esta ciudad, es porque fue un flechazo para nosotras, el descubrimiento de un monumento maravilloso. Vamos a contaros la historia.

 

 

 

 

 

Un principio difícil

Erase una vez, una clase de 1ère euro que se fue a Andalucía.Después de 24 horas de autobús, llegamos a Granada. Estamos acogidas por una mujer secreta que no nos habló aunque intentáramos empezar conversaciones. Además, en la casa, el combate feroz entre un perro y un gato  no nos tranquilizó. A primera vista, fue un viaje que empezaba bastante mal. Finalmente, la guinda del pastel fue el despertar a las seis de la mañana para visitar monumentos. Para ser honestas, no nos encantaban las actividades del día. Así, andamos durante un largo tiempo para llegar a un famoso monumento:La Alhambra.

El flechazo

Teníamos que visitar la Alhambra, algo que, según los profesores, era una maravilla. Sin obstante, lo que nos marcaba no fue la impaciencia de descubrirlo sino el cansancio de la marcha. Finalmente, llegamos al sitio tan codiciado. A pesar de la fatiga, del soplo cortado por culpa del esfuerzo de la subida, fuimos fascinados por la belleza del monumento. Para una vez ¡podíamos afirmar que los profesores tenían razón! ¿Qué decir de los jardines lujuriantes, símbolo de un paraíso esperado por los musulmanes? ¿Qué decir de la belleza del palacio de Carlos Quinto, de la vista espléndida o de la decoración impresionante, resultado del sincretismo religioso?

Más que un simple monumento.

Llegando a la Alhambra, descubrimos un lugar fantástico, testimonio de una época pasada, de una convivencia entre las tres religiones ( Islam, Catolicismo y Judaísmo)  bajo el dominio del imperio musulmán. Nos permite pensar en nuestra vida, en nuestra época sacudida por una multitud de conflictos religiosos, sociales… Finalmente, el viaje fue una sucesión de sorpresas, de emociones muy diferentes, de una admiración frente a una región y a una civilización particular. Entre Sevilla y Córdoba, los descubrimientos fueron cada vez más impresionantes pero el esplendor de la Alhambra lo  superó todo.

 

Hadhoum y Sara