Una experiencia fantástica

Somos alumnas de sección europea y, en este artículo, vamos a hablar de nuestra experiencia en la vida cotidiana de dos familias, que nos acogieron, durante nuestro ultimo viaje en Andalucía.

           
Primero, fuimos en la casa de una persona de la tercera edad
 a Granada, que se llamaba Francisca. Cuando llegamos en su piso, la sorpresa fue muy grande. En efecto, el aspecto religioso estaba muy presente lo que es menos pronunciado en Francia. Por ejemplo, había muchas representaciones de Jesús como la cruz, pinturas religiosas y extractos religiosos de la Biblia sobre la pared.

Era una persona generosa y calorosa, nos consideraba como sus propias hijas. Teníamos que llamarla Fransci porque era una marca de afección para ella.

Además era muy valiente porque nos contó su vida, sus recuerdos, la muerte de su marido, la dificultad financiera que conocío desde algunos años. En “ Grana “, como lo decían los habitantes de Andalucía (al principio no entendíamos nada a causa del acento), hay una falta de agua. Así, no podíamos tomar nuestra ducha la mañana porque corta el agua a una cierta hora. Mientras que en Francia no tenemos estas dificultades, el agua es mucho mas accessible. 


La seconda familia tenia un ambiente muy distinto a la de Fransci. En efecto, llegadas a Sevilla, hemos sido albergadas para una joven pareja. Su piso era muy moderno, y muy vivo, en perpetuo movimiento. Muchos coinquilinos de diversas orígenes fueron también alojados con nosotras. Había italianos, alemanes etc. Su piso estuvo situado encima de un restaurante y hasta las dos de la mañana, no podíamos dormir. Sin embargo, descubrimos el ambiente festivo de España que nos hace soñar.


Este viaje, que fue el último porque estamos actualmente en clase de terminal, tardará un fabuloso recuerdo. Aprendimos muchísimo por el contacto humano, pudimos compartir valores y recuerdos en una lengua extranjera.
Andalucía, un lugar magnífico donde el buen humor, la fiesta, el sol, la amabilidad triunfan.

Elodie y Marine