Para empezar tomamos azúcar, colorante rojo y glucosa en una cacerola que fundimos hasta que se obtiene un líquido transparente similar al caramelo.
Mientras el líquido se estaba enfriando tomamos las manzanas y plantamos un palo de madera en el centro.
Una vez que el líquido azucarado se había enfriado pero todavía estaba un poco caliente y , sumergimos las manzanas con el líquido una a una.
Luego las pusimos en una placa para que se enfriaran y luego toda la familia se benefició!!!!!
Anaïs; Alina; Camille