Miralles combatió durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra mundial con otros soldados, que, contrariamente a él, murieron en combate. Así, se siente culpable por haber sobrevivido, y sus amigos son para él ahora héroes, « cuando se mueren o los matan » y que « nacen en la guerra y mueren en la guerra ». Se acuerda de ellos para siempre. Así, con su recuerdo, se quedan vivos. El narrador Javier Cercas dice, con esta frase, que la memoría de los héroes va a desaparecer con Miralles, entonces, si Miralles muere, sus amigos también morirán pero « de manera definitiva ». Para que la población no olvide a estos héroes que defendieron el honor de su país, la memoría debe perdurar a través de la literatura y el cine, en este caso con la novela de Javier Cercas Soldados de Salamina (2001) y su adaptación en película por David Trueba. Carlota