Séjour professionnel d'une enseignante espagnole
Mi nombre es María López- Domínguez y soy profesora de Historia de España y Francia en el IES Juan de Mairena en el que además, soy la Jefa de Estudios principal.
A finales de marzo y principios de abril de 2022 disfruté (porque sobre todo quiero destacar ese verbo "disfrutar") de una estancia profesional en el lycée Jules Verne en Limours (Francia) .
El lycée Jules Verne es un centro que imparte las filières (especialidades) de lo que en España podría considerarse bachillerato general y científico tecnológico (la organización de los estudios ha cambiado recientemente en Francia). En total se compone de unos 1000 alumnos distribuidos en los cursos de “Seconde” (4º de ESO), 1er (1º de Bachillerato) y Terminal (2º de Bachillerato).
El centro dispone de unos 80 profesores, un equipo directivo formado por un “proviseur” (director) una “vice proviseur” (a medio camino entre una jefa de estudios y una directora) una “intendente” (secretaria) y varias secretarias de administración. Además, como todo centro en Francia, hay un equipo de “vie scolaire” con un “conseiller principal d’éducation” (que desarrolla labores de gestión de la disciplina, la convivencia, el abstentismo, las ausencias del alumnado, etc.). Cada grupo tiene un acceso a su puesto por un concurso/ oposición diferente: es decir, el director accede a su puesto desde una oposición distinta a un profesor o al CPE y no necesariamente ha de venir de la carrera docente.
El horario del centro se distribuye a lo largo de seis días a la semana (¡sí! En Francia muchos centros tienen clases los sábados) de 8:00 a 19:00 aproximadamente de lunes a viernes y de 8:00 a 12:00 los sábados. El profesorado imparte entre 15 y 22 horas de clase a la semana y el alumnado (dependiendo de la modalidad elegida, sus intereses y necesidades) entre 30 y 35 horas de clase a la semana.
Las dinámicas generales del centro no distan mucho de las españolas en lo que se refiere a la rutina, sin embargo, la flexibilidad horaria y la autonomía de toda la comunidad educativa favorecen el ritmo del centro que casi puede comprarse con las dinámicas que se observan en una universidad.
Durante mi estancia tuve una profesora referente que actuó como anfitriona y coordinadora de todas las actividades que realicé. Antes de partir, discutimos el programa que podía llevar a cabo según mis intereses y que más podía favorecer a mi experiencia por mi doble perfil de docente y jefa de estudios. Toda la experiencia fue registrada en un cuaderno de observación.
En este sentido, organizamos las actividades en tres líneas:
Observación de proyectos del centro vinculados con el desarrollo sostenible:
El lycée Jules Verne y mi IES colaboran desde hace años en proyectos etwinning y Erasmus cuyo motor es la consolidación de centros europeos eco responsables. Así, tuve la oportunidad de observar y participar de varias iniciativas como la puesta en marcha de un sistema de “eco patûrage”, un taller de costura con el fin de reciclar prendas en desuso, la función de los “eco delegados” (figura muy habitual en Francia), etc. Además, tuve la oportunidad de observar cómo se han desarrollado también estos proyectos en otros centros de la zona.
Observación y animación de clases:
A lo largo de las dos semanas que permanecí en el centro tuve la ocasión de observar (desgraciadamente no hubo ocasión de dar clase como tal) y participar de varias clases en varios niveles. Es muy interesante como se organiza la dinámica de la clase que concede una enorme importancia a la autonomía del alumno y abandona el formato de clase magistral por la indagación a través de la experiencia, las actividades y el trabajo en grupo. Esta observación resultó especialmente interesante ya que mi IES dispone del programa mixto Bachibac y soy profesora de él, imparto una materia que exige desarrollar plenamente la metodología francesa por lo que, sin duda, la participación en estas clases me permitió tomar notas que podré aplicar en las mías propias.
Entrevistas con miembros de la comunidad educativa:
Tuve la oportunidad de entrevistarme con profesores, con el CPE y con la vice directora con los que intercambiamos información sobre la gestión y organización de nuestros centros dándonos cuenta de lo parecidos que, en muchas ocasiones, son nuestros centros. Menos son las diferencias de lo que podemos imaginar.
A través de las actividades realizadas en el centro pude constatar muchas similitudes entre los sistemas educativos franceses españoles así como en aspectos de gestión y algunas diferencias. Lo más llamativo es el poco tiempo dedicado para la coordinación: el profesorado tiene un horario que se limita a las horas de docencia. No existen las guardias (de las que se encarga el departamento de “vie scolaire”) ni las reuniones de coordinación docente por lo que todo lo que se coordina se hace en momentos libres en los que los profesores coinciden. Tampoco hay un sentido de coordinación entre departamentos dado que la programación y evaluación viene perfectamente cerrada y marcada por la “Académie” (dirección de área o provincial según la Comunidad Autónoma).
Sin duda, esta experiencia ha resultado enormemente positiva. El enriquecimiento que supone observar, comparar, discutir y debatir con compañeros de otros centros y de otros países suponen un crecimiento profesional que todo docente debe experimentar, al menos, una vez en su carrera profesional.