“¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!”
Esas fueron las palabras que pronunció el presidente mexicano Porfirio Díaz (1830-1915) y que permanecerán vigentes en la medida que los políticos norteamericanos se mantengan fieles a las ideas del expansionismo anglosajón basadas en la Doctrina Monroe y en las ideas del Destino Manifiesto acuñadas por O’Sullivan.